Emergencia climática: Las emisiones de CO2 de las viviendas superan las de los coches

La crisis climática es una realidad muy alarmante y como ciudadanos de la Tierra tenemos el deber de hacer todo lo que esté en nuestras manos para frenarla. En este contexto, nos encontramos con que los edificios contribuyen al 56% de la contaminación de nuestras ciudades, hasta cuatro veces más que los coches, que lo hacen en un 13%. Es preciso tomar conciencia de la necesidad de reducir las emisiones de CO₂ que provienen del funcionamiento de nuestras viviendas e implantar modelos de construcción de consumo casi nulo, ya sea en edificaciones nuevas como en la rehabilitación de edificios antiguos. Con este diseño arquitectónico bioclimático nace el concepto de casa pasiva que, a diferencia de una vivienda convencional, permite un ahorro energético de hasta el 90% ya que, como su nombre indica, evitan el consumo de energía activa.

 Cuando hablamos específicamente de una casa pasiva Passivhaus estamos haciendo referencia a una certificación que pretende acreditar si un edificio cumple los niveles técnicos para poder ser considerada una casa pasiva de acuerdo con unos requisitos establecidos.

El estándar Passivhaus puede aplicarse tanto a una vivienda individual como a un bloque entero de edificios multiplicando así los beneficios y dejando una huella mínima en mayor superficie. La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) precisamente reclamó el pasado miércoles 4 de diciembre en la Cumbre del Clima de Madrid, una mayor concienciación sobre la contribución de los edificios y viviendas a la emergencia climática. La participación en esta cumbre supuso una oportunidad para la difusión, conocimiento y concienciación sobre los edificios de consumo casi nulo como medida eficiente para proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático. Actualmente, hay cerca de 120.000 m² certificados Passivhaus en España, los cuales dejan de emitir cada año 800 toneladas de CO₂, el equivalente al que absorben 79.925 árboles, pero como apunta el presidente de PEP, todavía queda mucho camino por recorrer y es responsabilidad de las administraciones, constructores y promotores concienciar en la necesidad de edificar de una forma eficiente y sostenible para, sobre todo, proteger nuestro planeta.

La implementación de energías renovables es una vía fundamental para la reducción de emisiones CO₂ de una vivienda ya que éstas son en su mayoría generadas por equipos contaminantes de calefacción. Un buen ejemplo sobre cómo reducir las emisiones de CO₂ son las instalaciones de sistemas de climatización a través de energías renovables como pueden ser la geotermia y aerotermia. Con el uso de bombas de calor (geotérmicas y aerotérmicas) se obtienen rendimientos mucho mayores al utilizar la energía proveniente de la tierra y del aire. El ahorro energético, en comparación con los sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles, puede llegar a ser de entre el 70% y el 90%, por no hablar también del ahorro en la factura de la calefacción. Es por ello que debemos apostar para el uso de energías renovables si queremos reducir los efectos negativos del cambio climático.