La historia de la calefacción refleja la ingeniosa capacidad humana para adaptarse a climas adversos. Desde el descubrimiento del fuego hasta los modernos sistemas de climatización, este recorrido histórico revela cómo nuestros antepasados se calentaban en épocas donde la tecnología era limitada.
¿Cómo se calentaban en la Edad Media?
Durante la Edad Media, el sistema de calefacción más común era el «fuego a cielo abierto», donde las hogueras centrales servían tanto para cocinar como para calentar las viviendas. Sin embargo, en la región de Castilla surgió un ingenioso sistema llamado «Gloria», considerado el precursor del actual suelo radiante.
La Gloria consistía en una chimenea subterránea que distribuía el calor por conductos bajo el suelo de las estancias principales. Este sistema era tan eficiente que con solo 4-5 troncos se podía mantener una casa caliente durante todo el día. De hecho, la expresión «estar en la gloria» proviene precisamente de la sensación de bienestar que proporcionaba este método.
Historia de la estufa: evolución y origen
Las primeras estufas datan del siglo XV en Europa, aunque no se popularizaron hasta el siglo XVII. Inicialmente eran estructuras de piedra o arcilla conocidas como «estufas de hierro», pesadas pero capaces de mantener el calor durante largo tiempo.
La verdadera revolución llegó en 1741 cuando Benjamin Franklin inventó la primera estufa de hierro fundido, que permitía controlar la entrada de aire y regular la intensidad del fuego. Este diseño mejoró significativamente la eficiencia energética respecto a las chimeneas tradicionales.
¿Qué se utilizaba antes de la estufa?
Antes de las estufas modernas, los sistemas de calefacción incluían:
- Hipocausto romano: Desarrollado por Cayo Sergio Orata, este sistema calentaba el suelo mediante canalizaciones subterráneas conectadas a un horno exterior. Alcanzaba temperaturas de hasta 30°C.
- Ondol coreano: Con más de 2500 años de antigüedad, funcionaba de manera similar al hipocausto pero enfocado en calentar el piso donde dormían.
- Calefactorium medieval: Utilizado en monasterios cistercienses desde el 400 d.C., consistía en un espacio cerrado donde se generaba calor.
Historia de la calefacción: del fuego a los sistemas modernos
La evolución de la calefacción puede resumirse en estas etapas:
- Descubrimiento del fuego (hace 790.000 años): Primera fuente de calor controlada por el ser humano.
- Hipocausto romano: Sistema de calefacción por suelo radiante usado principalmente en termas.
- Edad Media: Predominio del fuego a cielo abierto y posterior desarrollo de la Gloria en Castilla.
- Siglo XV-XVII: Aparición de las primeras estufas y chimeneas que permitían la salida del humo al exterior.
- Revolución Industrial (siglo XVIII): Invención de la máquina de vapor y desarrollo de las calderas, que transportaban calor mediante fluidos a través de tuberías.
- Siglo XX: Sustitución del vapor por agua y diversificación de combustibles (fueloil, gasóleo, gas natural y electricidad).
- Actualidad: Sistemas de calefacción eficientes y sostenibles como bombas de calor geotérmicas y aerotérmicas.
La historia de la calefacción demuestra cómo la necesidad básica de calor ha impulsado la innovación humana a lo largo de milenios, desde simples fogatas hasta los sofisticados sistemas de climatización actuales.
Actualidad: Calefacción con energías renovables
Ese es el ejemplo de las bombas de calor geotérmicas y aerotérmicas. Sistemas de climatización integrales que se alimentan de energías renovables: el calor de la tierra y el aire respectivamente. Estos sistemas son altamente eficientes, ya que producen cinco veces más energía que la que necesitan para funcionar. Además, al emplear energías limpias, no son nada contaminantes y muy económicas, puesto que apenas utilizan electricidad.
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