«Es inútil intentar mantener el patrimonio histórico si es para destruir el futuro», afirma Simon de Merode, gerente del Castillo de Merode. Para él, la responsabilidad de mantener un edificio protegido va de la mano con la necesidad de minimizar su impacto ambiental.
La reciente renovación del castillo de Merode, un monumento histórico belga que data del siglo XIV,se enfrentó a importantes retos. Entre ellos, adaptar un sistema de calefacción para que funcionara con los radiadores existentes, respetar la estética y los materiales de construcción del edificio, y calentar los amplios espacios interiores del castillo. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, este proyecto demuestra las excepcionales capacidades de las bombas de calor Ecoforest incluso en los proyectos más difíciles. Tanto es así que obtuvo el reconocimiento de la Federación Belga de Transición Energética.
Acuatermia innovadora: Aprovechar el agua para generar calor
Dado el estatus histórico del castillo, las bombas de calor de aire-agua no eran una opción, y el foso imposibilitaba la perforación de pozos geotérmicos. ¿La solución innovadora? Acuatermia: colectores de calor diseñados específicamente para masas de agua. Esta tecnología punta extrae hasta 90 kW de calor del foso del castillo, con 5.000 m³de capacidad. El proyecto fue gestionado por Extraqt, una empresa de ingeniería especializada en acuatermia, en colaboración con Eco-Techn.
Se desarrolló un gemelo digital para simular el proceso de enfriamiento del agua durante la extracción de calor. A través de un sistema de circuito cerrado y una red de tuberías de 100 metros, este calor se transfiere a la bomba de calor del castillo. El sistema funciona con eficacia todo el año, tanto en verano como en invierno, cuando la temperatura del agua apenas supera el punto de congelación.
Equilibrio entre tradición e innovación
El equipo de diseño determinó que sería posible calentar las habitaciones del castillo con una temperatura del flujo de calefacción de 45-50 °C, siempre que las temperaturas exteriores se mantuvieran por encima del punto de congelación y el foso no se helara. Para garantizar la fiabilidad, la caldera de gas existente se hibridó con la bomba de calor de alta potencia, proporcionando calor adicional durante los días extremadamente fríos.
Para complementar el sistema, unos paneles solares instalados en un cobertizo cercano contribuyen al suministro eléctrico. A pesar de la complejidad de esta renovación y de la dependencia de los radiadores convencionales, la instalación alcanza un impresionante SCOP de 3,2 puntos. El resultado es una reducción del 50% de las emisiones de CO2 en comparación con el sistema anterior, lo que disminuye considerablemente el impacto ambiental de esta finca histórica.